El cocodrilario es otro de los manantiales de la zona, al igual que La Tovara, por lo que también es un sitio de atracción turística para refrescarse y nadar un rato. Asimismo, este sitio, como dice su nombre, funge como un pequeño centro de reproducción y liberación de Cocodrilos Acucuts (*unos cuantos ejemplares de Cocodrilos Morelettis, una especie que habita más en zonas pantanosas del sureste de México y suele ser más agresivo). Aquí mismo podrán también conocer algunas otras especies que conforman la biodiversidad de la zona como son coatíes, guacamayas, pericos, pecaríes y jaguares.
El nombre del sitio Kiekari proviene de la lengua Wixárika y significa “comunidad”. Esto nos puede dar una idea de lo que podremos aprender de este magnífico sitio y el encuentro con la naturaleza.
- Se puede llegar al cocodrilario de dos formas:
en carro por un camino de terracería que se toma en la carretera a Tepic – San Blas, frente a uno de los restaurantes conocidos de la zona “Mr. Camarón” - en lancha que ofrecen en el embarcadero en la entrada a Matanchén o en el conchal en la entrada a San Blas. (*Investigar el tiempo de las dos rutas)
Importancia
El manantial en el que se ubica el cocodrilario es también una de las principales fuentes de agua de la zona, no solo para la población humana sino también para la gran variedad de especies de animales y plantas que conviven en este ecosistema.
Es importante resaltar también que todos los canales y esteros que conectan a este sitio forman parte de los sitios de anidación de cocodrilos, una especie esencial para el equilibrio del sistema humedal que rodea a la localidad.
Igualmente, se trata de un lugar que forma parte de las rutas para la observación de aves, en las que acompañados de un guía podrán descubrir la importancia que tiene el municipio de San Blas al albergar a una cantidad impresionante de aves.
La mayor parte de los animales que se encuentran en exhibición en el cocodrilario son animales recogidos por PROFEPA debido a su posesión ilegal. Aunque se ha intentado tener mayor cuidado con estos animales, que muchas veces vienen lastimados, sigue siendo complicado por la falta de organización y recursos del lugar. El Ejido de La Palma, a cargo de este sitio, ha permitido que estos animales rescatados permanezcan en las instalaciones a pesar de las dificultades de su manutención, este escenario es un excelente ejemplo para hacernos reflexionar sobre el respeto a la vida silvestre y que ésta no debe ser extraída de su hábitat.
